Mis fantasias en papel

 

 

 
sábado, 25 de agosto de 2007
V
-¿Y…?-fue la palabra que interrumpió el denso ambiente- ¿Qué hacemos ahora colega?
-Pues, llévame a mi casa por favor, estoy algo cansado y shockeado por las imágenes del día-respondió el con tono afligido.
-y que haremos con Vicente?
-¿Mi hermana estará feliz de recibirlo
-¿en serio?- dijo Cristina con tono defraudado. Habría esperado llevarse al pequeño con ella, después de todo en ese corto tiempo se había encariñado con el.
-Ajám, pues veras, mi hermana hace mucho tiempo que quiere un hijo y yo un sobrino, pero no puede ya que quedo infértil después de una adolescencia turbulenta llena de vicios.
-¡vaya! Tendré más cuidado con lo que bebo y fumo entonces…
-si quieres una familia será mejor que si- respondió al tiempo que Killer le mordisqueaba el pantalón- oh! Pequeño, había olvidado que estabas aquí.
Ya habían tomado pajaritos, ahora pasaban la escuela de investigaciones que relucía sus brillantes vidrios al sol:
-Oh! Cuanto tiempo sin venir-comento Cristina mirando como habían cambiado esos sectores. La luz del semáforo dio rojo, ella freno y a su lado un vehiculo que venia a toda velocidad lo hizo también con cierta dificultad dejando los neumáticos marcados en el asfalto, a su vez otro auto que venia atrás del primero no alcanzo a parar y le pego un topón. El conductor del primer auto salio exaltado mientras gritaba en una jerga poco entendible a su vez el hombre que manejaba el segundo auto salio también dispuesto a atacar a aquel que lo retaba. Comenzaron a dirigirse insultos, luego a empujarse y terminaron revolcándose por toda la calle. En eso unos de esos buses nuevos se estrellaba contra un paradero lleno de gente por el bandejon central, los que iban dentro de aquella micro golpeaba los vidrios de manera colérica, cuando salieron al fin chocaban unos con otros, se dirigían todos a la calle donde aun se golpeaban los sujetos de los autos. El semáforo dio verde, Cristina quiso avanzar, una mujer regordeta se lo impidió, por la otra pista venia un camión de carga pesada tocando la bocina a la gente que obstruía su camino, estas ni siquiera levantaron la vista, el camión no alcanzo a frenar, mujer regordeta golpeando capo, Vicente llorando, Francisco atónito, Cristina pensando, caos en 30 segundos:
-Al diablo con los cabrones- se dijo al fin y en una maniobra arriesgada viro a la izquierda, paso por encima de varios cadáveres o cuerpos agonizantes llevándose a la mujer regordeta por delante, piso el acelerador a fondo para sacarla del parabrisas y freno en seco de nuevo:
-Pero que carajos…!-Cristina estaba blanca como el papel, sus ojos mas grandes de lo normal y su boca abierta de par en par.

Estaban en el paradero 7, ahí mismo estaba ubicado el Mc Donald, hubiese sido una escena típica: Los niños entrando con sus padres, otros saliendo felices, pero en ese día nada podía ser típico o normal claramente.
Los autos estaban unos sobre otros, salía humo de sus capos, los paraderos estaban abollados, los buses fuera de sus pistas y debajo de ellos uno que otro desafortunado. El Mc Donald tenia los vidrios quebrados y dentro la gente saqueaba las hamburguesas, actuaban en masa, sin identidad propia, todos miraban a la nada .Esa imagen parecía ficticia, salida de alguna película de terror.
Había en particular una pequeña adolescente que le llamo la atención, era alta, blonda y de ojos azules, ¿o verdes?, da igual, el punto es que eran claros. Estaba sentada sobre la base que sostenía la gran “M” en los cielos, vestía su uniforme escolar, en sus manos tenia una de las siempre adorada por los infantes: “Cajita Feliz”, de ella saco un muñequito de la promoción que estaba vigente por esos días, era una figura de un ogro verde obeso. Le apretaba un botón que tenia en la espalda y este muñequito pronunciaba una de sus frases programadas. Cada vez que la figurita hablaba, la niña hacia una mueca, algo así como una sonrisa que no lo era. En eso estaba la joven cuando un hombre ya entrado en edad se acerco y sentó junto a ella. El tipo parecía de 50 años o tal vez mas, tenias unas entradas prominentes y el pelo blanco en sectores específicos, era de mediana estatura, tenia la típica barriga cervecera que tapaba con un chaleco de rombos.
El hombre miraba atentamente a la adolescente mientras esta ejecutaba la misma acción de presionar el botón de la espalda del muñequito verde.
La niña alcanzo a hacer hablar al ogro 3 veces más antes que el hombre de chaleco de rombos se lo quitara, la niña quedo con la mano tomando la nada por un momento más hasta que atino a que su muñequito ya no estaba ahí. El hombre en tanto había aprendido la técnica y ahora el quien jugaba con la figurita. La niña lo miro por un momento mas y en seguida vocifero algo que solo ella entendió. Acto seguido, le arrebato lo que le pertenecía y de nuevo apareció una mueca en su cara, el hombre en tanto le pego un empujón, la niña se tambaleo, pero por ningún motivo dejaba al pequeño ogro escapar. El tipo la abofeteo con fuerza dejándole la palma marcada en el rostro jovial; ella lo mira y le devolvió la bofetada tal vez con la misma fuerza y con la misma falta de expresión. El le planto un golpe seco en la nariz y hasta Cristina pudo sentir el crujido de fractura, ahora la joven sangraba y de a poco se le inflamaba la parte media de la cara. Dejo el pequeño muñequito dentro de su “Cajita Feliz”, lo miro para cerciorarse de que no se movería de ahí, se agacho para dejarlo en algún rinconcito seguro y en una fracción de segundo volvió a su posición dando un salto para arremeter con vigor juvenil contra el hombre de chaleco con rombos, del solo empujón el tipo cayo hacia atrás, ahora la adolescente estaba sobre el y le azotaba la cabeza en el piso. Seguía sangrando y había manchado todo su uniforme de rojo. El hombre se la trato de quitar de encima en vano, la chica había sacado fuerzas impresionantes de la nada; Le tenia las manos sobre la boca y la nariz, le impedía respirar, El tipo parecía aletear en su desesperación y de un momento a otro sus brazos cayeron bruscamente al suelo. La niña lo soltó, se paro y fue a buscar su muñequito que seguía donde lo había dejado, sano y salvo, lo saco de la cajita y volvió a su actual rutina.
Cristina estaba boquiabierta, había sido una escena bastante perturbadora. Estaba a unos 20 metros de la joven, Cristina se acerco de a poco, Francisco iba detrás de ella, Vicente en sus brazos y Killer quedo en el auto. Cuando ya estuvo al lado de la adolescente puso sentir emanar de esta un olor intenso, pero agradable que sobresalía de entre el hedor a sangre que aun brotaba de su nariz. La niña no prestaba mayor atención a la presencia de Cristina, de hecho no tomaba en cuenta su alrededor, en ese momento solo importaba su pequeño juguete parlanchín:
-¿Hola?-Pronuncio Cristina al tiempo que Francisco llegaba junto a ella
-¡Que diablos haces!-mascullo entre dientes
-Lo que cualquier persona normal haría… ¡ayudar!-respondió ella en el mismo tono confidente
-pero esto no es normal, mírala… esta fuera de si, ¡tu debes estar loca!
-¿y?, soy feliz así-contesto mientras le daba la espalda, sin lugar a dudas la locura era un tema delicado para Cristina.
-niña… ¿me oyes?- la adolescente no respondió. Cristina le pasó la palma por frente de la vista a ver si así reaccionaba, pero como era de esperar la niña ni se inmuto. La zarandeo un poco y nada, quiso comprobar algo que venia pensando hace un rato Comenzó a acercar su dedo índice a la protuberante inflamación que tenia la pequeña en la nariz:
-¡para!- le dijo secamente Francisco mientras le tomaba el brazo- le harás daño
-solo quiero comprobar algo, afrontare cualquier consecuencia que traiga este acto, ¿de acuerdo?- y se quito de encima la mano de Francisco-ahora si me permites…
Se arremango su chaleco gris con rayas que tanto le gustaba y de nuevo estiro su dedo índice. Francisco dejo a Vicente en el suelo para poder detener a Cristina, pero cuando se volvió hacia ella vio que ya había ejecutado su cometido y ahora presiona una y otra vez contra la nariz de la joven:
-¿Qué mierd…?-estaba atónito, la niña seguía como si nada con su ogro verde.
-¿Lo vez?-Cristina esbozaba una sonrisa y su mirada expresaba un “te lo dije”- inmunidad al dolor, esto comprueba mi teoría de que es totalmente sicológico.
-Wow…- es inconcientemente Francisco estiro su dedo para embutirlo en la masa de piel inflamada.
En eso Vicente caminaba tambaleante y risueño, se movía en reducidos círculos hasta que noto al pequeño monito verde panzón .En su cara se dibujo una expresión de deseo infantil común, se acerco a la niña y se afirmo de las rodillas de esta, soltó una risita avergonzada y divertida, estiro su manito y tomo un pie del muñequito, pero la adolescente no cedía. Vicente frunció el ceño y replico algo en jerigonza tierna. Reitero con más fuerza su acto, ahora logro mover algo mas el muñequito, en ese instante la joven despego la vista del juguete y la fijo en Vicente. Francisco y Cristina cesaron con sus dedos y estudiaron atentos. La niña miraba al pequeño con expresión desafiante mientras este seguía tirando del pie del ogro. La adolescente lo libero al fin y Vicente esbozo una gran sonrisa cuando tuvo por completo la figura, y rió aun más cuando lo hizo hablar. La joven lo seguía mirando con los parpados caídos y una mueca malévola, en tanto el sentido común de Cristina le dicto tomar el muñequito, cuando se lo quito Vicente se echo a llorar, Francisco lo tomo y lo comenzó a mecer:
-¿Por qué lo hiciste?-pregunto el mientras trataba de apaciguar la rabieta del pequeño.
Cristina no respondió, estudiaba el comportamiento de la joven que ahora había fijado la vista en la mano que sostenía la figura. De principio estiro su palma hacia Cristina como pidiéndole por favor le devolviera lo que le pertenecía, pero como era de esperar la curiosidad de la primera no se lo permitió. La adolescente se paro, ahora Cristina se encontraba de lleno con su mirada en las pupilas de esta niña…Hubo un momento de “silencio” (entre comillas porque el llanto de Vicente no cesaba aun) que Cristina perturbo al presionar el botón de la espalda del ogro en un acto que no pudo controlar, este reitero una de sus cuantas frases. Al ser pronunciado esa oración por el ogro la adolescente cambio su modalidad de “pasiva” a “agresiva” y se lanzo sobre Cristina con el ánimo de quitarle su muñequito. Le tiro las manos primero, siguió arañándole la cara en un acto desenfrenado. Cristina parecía estropajo en manos de esa quinceañera que ahora parecía una camionera de 40:
-Oh demonios…- era lo único que lograba decir Francisco mientras miraba la escena perplejo. Como Cristina noto que ese hombre no haría nada trato de mantener la cabeza fría y aumentar sus niveles de tolerancia al dolor, cerró sus ojos y se sumergió en su burbuja mental. Mientras su agresora encolerizada la zamarreaba, arañaba y hasta mordía:
“¿Cómo llegue a esto?¿que fue lo que paso?¿quien soy?¿quien es ella?¿que es lo que quiero?¿que es lo que quiere? Busca el factor común…factor común…factor…”
Ahí estaba en su mano izquierda el pequeño juguete, intento sacar fuerzas de su mente para levantar su brazo, cuando lo hizo la niña ceso con sus agresiones y miro el muñequito que ahí se alzaba. Cristina tomo impulso y lo arrojo lo mas lejos que pudo, la niña la miro una vez mas, dio media vuelta y se fue por su figura:
-¡Uff!...-suspiro mientras se arreglaba y ordenaba su pelo-gracias por tu ayuda “colega”-le puso énfasis sarcástico a la palabra colega.
Francisco solo la miraba, las palabras no lograban salir de su boca, ella dio media vuelta y se adelanto hacia el auto:
-¡Muévete quieres!, esa hija de su madre me ha dejado un tanto resentida, quiero llegar a tu casa y servirme un café bien cargado para sentir que aun vivo-¡Andando!-replico mientras caminaba con cierta dificultad.
-Esta tipa no es humana-susurro para si Francisco admirando la fortaleza de Cristina. Vicente en tanto aun sollozaba, pero ceso rápidamente-y todo empezó por tu culpa enano curioso- dijo mientras trataba de alcanzar a Cristina entre toda esa densa masa de gente que poco a poco se disipaba.
posted by ...ImportaRealmente? 15:56  
 
2 Comments:
  • At 25 de noviembre de 2007, 8:04, Blogger Danilo said…

    me encanta lo que escribes :)

    grasias por todo el apoyo ke me das..aun no se si lo haces indiferentemente o si realmnte te preokupas por mi =º...bueno, de todos modos te lo agredesco..a pesar de ke me ignoras i todo ese rollo :)

    kuidate camila ancleta de las mercedz cacatúa :)

    como dices tu...

    Taum^^

     
  • At 8 de diciembre de 2007, 11:40, Blogger Ayreon said…

    ese es el pokemon? xD

     
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Se llama: ...ImportaRealmente?
vive en: santiarock \m/, Chile
Ella es: Soñadora empedernida de coloridos recursos. Amante de la vida en general. Responsable consigo misma. Apasionada por lo que le gusta. De intensa entrega y fácil, pero esquivo amar. De paciente enseñanza. Solidaria con sus conocimientos. Selectiva con quienes le rodean. Leal con sus amistades de verdad. Desconfiada, como un jorobado. Gozadora de simplezas. Admiradora de lo superior. Idealizadora de la realidad. Sintetizadora de sueños. Coleccionadora de sonrisas y gratos momentos. Observadora de cuando en vez. Perceptiva siempre, solo que no lo demuestra. Egoísta con sus sensaciones intrínsecas. Odiosa a medio tiempo. Afanada por la lectura, las artes circenses, la fotografía, los debates y la escritura. Carente de talento natural para los números y la memoria. Con una seguridad precozmente cultivada. Agradecida de todo y todos, de otra forma no sería quién es ahora. Le llaman Camila a veces.
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